CRÍTICA: 'Venom: Habrá matanza' - A propuestas repetitivas, interés decreciente

Tras la primera entrega de Venom, la cual tuvo su fecha de estreno en 2018, llegaba el pasado mes de octubre la continuación de la historia de Eddie Brock (interpretado por Tom Hardy, conocido por aparecer en las películas Mad Max: Furia en la carretera o El caballero oscuro: La leyenda renace, entre otras) y su simbionte.

Pese a la convencionalidad de la primera entrega y las pocas sorpresas habidas, es cierto que a esta secuela previamente se le podía ofrecer el beneficio de la duda con el deseo de encontrarse el espectador con la construcción de algo medianamente interesante de cara a posteriormente unir todo este nuevo material al resto de universos de Marvel como parece ser la estrategia de Walt Disney Studios en los últimos tiempos. A cargo del guion, el propio Tom Hardy (primera experiencia en este ámbito) junto con Kelly Marcel (conocida por títulos como Cincuenta sombras de Grey, Al encuentro de Mr.Banks o la propia primera entrega de este personaje. Con estos antecedentes de ambos, la expectativa en lo referente a la elaboración de trama no podía ser elevada.

Tratando ya lo que es exclusivamente la cinta y transcurriendo los primeros compases, se observa un Eddie que sigue teniendo sus más y sus menos con Venom. Disputas, desacuerdos internos. Todo ello aderezado durante la primera mitad de la trama con unos alivios cómicos por parte del simbionte que se acaban convirtiendo en cargantes en cierto punto. Comienza a ser en parte desagradable tener una y otra vez los comentarios de Venom por encima de una conversación que mantiene Eddie con otros personajes. Probablemente sea más molesto para el espectador de lo que sería para el propio personaje encarnado por Hardy.

En general, la trama carece de demasiado interés. Una estructura de héroe-villano muy clásica, no intenta innovar si es que se tenía alguna duda sobre ello. Vuelve a la senda de la primera entrega. En ocasiones, esto es muy positivo principalmente si aquella cinta llegó a funcionar. Sin embargo, no era el caso, y donde se esperaba un cierto riesgo tomado desde el guion y la dirección, dicho giro de volante no existe y brilla por su ausencia. Resumidamente, se recupera la semilla del villano que se plantó en la escena postcréditos de la anterior película y se enfrenta dicho antihéroe a Venom y su portador. Continúa así la construcción de Venom como un héroe en lugar de aquel villano y enemigo acérrimo de Spiderman como quizá se le conocía más fuera del ámbito cinematográfico. Siempre valorando exclusivamente la película, salvo las escenas de acción (bien rodadas y producidas gracias al presupuesto) existe poco interés y ninguna novedad. A riesgo de ser repetitivo y parco en palabras es lo que hay que comentar: ninguna fórmula mínimamente diferente a lo ya acostumbrado que debe encontrarse el espectador ante estas propuestas.

Tampoco destaca en exceso la participación de secundarios. Michelle Williams (Mi semana con Marilyn, Blue Valentine) sigue siendo maravillosa e iluminando la escena, pero seguramente sea mejor que abandone este tipo de papeles, al igual que debería hacer Tom Hardy. Sin embargo, cierto es que esta opinión termina siendo muy personal, pero los dos tienen un potencial tremendo para hacer grandes cosas, principalmente porque, en mayor o menor medida, ya las han hecho.

No es ningún spoiler el comentar que van a seguir explotando este personaje, y parece seguir siendo el elegido Hardy para portar el simbionte. Habrá que observar si en las próximas entregas aparece algo de esa originalidad que tanto se ha echado en falta en estas dos primeras entregas. De momento, uno de los aspectos a destacar positivamente es la duración. Esta entrega no superó los 100 minutos, lo cual se agradece sobre todo cuando la trama que desea transmitir carece de excesiva elaboración o de relevancia dentro del género.

Independientemente del tiempo, hay propuestas cinematográficas muy destacables que son muy bienvenidas pese a tomar pocos riesgos. La historia de Venom aún tiene que demostrar bastantes cosas para poder ser incluida dentro de ese grupo. Ya se verá en el futuro, si tirando de nuevos villanos (o de héroes más que conocidos) consigue remontar el vuelo y ofrecer elementos reseñables. Por ahora, y por sí misma, la trama ha errado dos disparos y no ha conseguido grandes objetivos.

Venom: Habrá matanza se estrenó en cines en España el pasado mes de octubre.

Fuente de las imágenes: www.imdb.com

Post realizado por Diego Senso.

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