CAMINO A LOS OSCARS 2022: 'El poder del perro' - Jane Campion

Un año más aquí nos encontramos en plena temporada de premios. Y como empieza a ser habitual, aquí estamos con la nueva gran apuesta de Netflix para estas épocas. Tras varios "quiero y no puedo" en los últimos años, El poder del perro supone un nuevo golpe encima de la mesa del gigante rojo para conseguir ganarse una relevancia merecida dentro de la clásica conversación de cada año. Tanto la propuesta como los nombres involucrados invitan un año más a tenerles muy en consideración, y como no podría ser de otra manera, esta película dirigida por Jane Campion (El piano, Bright Star) ha sido uno de los títulos más esperados.

Pese a las ganas y el interés en recibir esta propuesta, el resultado no ha acompañado como se podría haber deseado. En sus más de dos horas de narración, El poder del perro narra la historia del ranchero Phil Burbank y las desavenencias surgidas a raíz de ciertos sucesos que implican a su hermano, intepretado por Jesse Plemons (El irlandés, Noche de juegos). Un argumento vago producido por una cinta que no deja claro en demasía de qué se desea hablar ni qué se está contando. Todo esto, lo acompaña un ritmo totalmente anodino que intercala escenas de conversación en las que rara vez se encuentra algo que sorprenda o interese. 

Cuando parece que se van a tratar unos personajes concretos, estos desaparecen y comienzan a desarrollarse otros. Entonces, los primeros prácticamente no cuentan para lo que es el desenlace de la trama. Asimismo, cuando alguno de intervinientes parecía ya olvidado dentro de la narración, aparece y se vuelve trascendente para el tramo final. Todo ello sin ofrecer una nota discordante que anuncie el comienzo de un devenir de la historia que sea más atractivo o dinámico. Durante los más de 120 minutos, se espera una especie de estallido o señal que anuncie un cambio en la velocidad de la narración, pero nunca llega. En ningún momento, se deja claro entre qué personajes es el conflicto principal, y por ende dónde colocar el foco de la trama. A simple vista, tan solo se cuenta con un protagonista de actitudes reprochables en gran parte de la trama, pero contra el que tampoco podemos pedir justicia ya que sus actitudes están lejos de suponer un conflicto realmente severo. Quizá en el tramo inicial sí puede parecerlo, pero a medida que este Burbank avanza en la trama, comienza a presentarse como más humano, actuando con la fuerza de la razón en algún momento determinado. Quizá sea ese el objetivo, que el espectador esté confundido y que decida él mismo a quién seguir o a quién creer dentro del elenco. Sin embargo, existen tres o cuatro personajes que sufren idas y venidas, y con los que es complicado empatizar.

Arrastrado por este vaivén de ritmos bajos, es por ello difícil discernir entre cuando estamos en la introducción, el nudo o el desenlace de la cinta. Esto causa cansancio en el espectador, ya que supone un amplio margen de tiempo de narración en las que el ritmo sigue lento e invariable. Argumentalmente, sin embargo, sí que hay modificaciones. En principio, parece que se desea narrar un conflicto entre unos personajes determinados, pero posteriormente se comienzan a construir otras relaciones. Esto crea una sensación de desconcierto que en este caso está lejos de ser positiva o agradecida. Desde la dirección, Jane Campion intenta ofrecer un toque más autoral, pero la suma de guion más ritmo de narración hace que su posible influencia detrás de la cámara no aporte nada al relato. Pese a que el mayor problema en este caso es la trama, también afecta en una proporción importante la forma de desarrollarlo. No es un muy mal guion, pero la forma de trasladarlo a la pantalla es la que parcialmente mata la historia y acaba convirtiendo las escenas en pasajes simplones, que no avanzan y con fondo montañoso. 

Una película dirigida hacia el western que se queda a medio camino entre un clásico del propio género y uno contemplativo y de autor. Desde el guion se presenta una trama parcialmente desdibujada, y de ahí salen los principales problemas del conflicto sumados al ritmo de dirección que se desea seguir, que hace que la película sea un recorrido anodino y aburrido en ciertos momentos, deseando que en algún momento ocurra algo que cambie la tendencia hasta el final, pero no llega.

Oscars 2022

Ya son varios años en los que Netflix apuesta fuerte por la temporada de premios cinematográficos y logra colar alguna propuesta entre las grandes favoritas. Roma, Mank o El juicio de los siete de Chicago han sido sus anteriores apuestas dentro de la industria. De ellas tres, la última es la más salvable desde una mirada del gran público. Y digo esto porque es conocido que para muchos Roma fue catalogada como una auténtica obra maestra. Sin embargo, peca de elementos similares a las de la película tratada. Y en otro plano algo diferente, pero también llega a ser el caso de Mank, una cinta con un ritmo en ocasiones muy pausado donde se observa un desarrollo que deja perdido en ocasiones al espectador, pues no se deja claro qué se desea contar.

El poder del perro ha sido recientemente la propuesta con mayor número de nominaciones a los Oscars 2022 estando presente en un total de 12 categorías. Por supuesto, está nominada en Mejor Película y no solo eso, sino que está entre las dos o tres favoritas para alzarse con la victoria final. En categorías como dirección, Jane Campion tendrá duros rivales aunque en principio parece partir como favorita. Diferente es el caso de Benedict Cumberbatch en Mejor Actor, el cual está nominado pero no parece que vaya a ser su año en principio dada la rivalidad dentro de esa terna. En las cuatro categorías interpretativas cuenta con cinco nominaciones. Mientras, de los premios importantes tan solo se ha quedado fuera de Mejor Actriz protagonista. En definitiva, una cinta con la que Netflix va a por todas buscando esa edición soñada para así coronarse tras los años pasados en los que parecía muy cerca pero donde no acabó llegando.

Fuente de las imágenes: www.imdb.com

Post realizado por Diego Senso.